sábado, 3 de diciembre de 2011

LA VIDA MISMA.-CUENTO.


Me miré en el espejo de su juventud y a los oídos de mi alma llegaron notas de arpa
con cantos de ángeles celestiales que, deleitaron a mi corazón; regocijo de ilusio-
nes volvieron a nacer en mi y volaron por el cielo de mi mente pájaros azules, tra-
yendo en su pico ramitos de fraternal cariño, cual de mi hijo se tratara, volviendo
a casa. En este sueño de realidad, capricho de la vida, y su tesón en conocerme,
abrió un rosal de emociones, en mi pecho, esperando su llamada de buenas noches, co-
mo esta Vd., todos los días a la misma hora que,me sabe a aroma de hierbabuena y
mi vejez se ilumina en seguir viva por esta nueva ilusión que, aún en el otoño hay
quien te necesita para compartir y platicar sobre los avatares que conlleva la vi-
da misma de un joven y una vieja amiga.
Leonor Rodríguez Rguez.