sábado, 21 de marzo de 2009

ENTRE MUCHOS COMENTARIOS


Tenemos a España revuelta con tantos acontecimientos:


La reforma de la Ley que tiene previsto el Gobierno sobre el aborto.


Protesta de los obispos en contra de la Ley.


Santísimo Padre en Camerún en contra de los preservativos.


Bajo mi punto de vista la Ley no debería de pasar de 6 semanas. Me baso en esta opinión, porque he visto en un reportaje como se va formando el feto desde la 1ª semana y ya en el 2º mes de embarazo se ve una criatura.


Referente a los obispos que protestan contra la Ley y que tanto revuelo están armando, incitando a la gente, en general, para que protesten en Semana Santa poniéndose un lacito blanco cada persona y en cada Paso, la verdad no me gusta nada, no me parece serio. La Iglesia Católica que se tiene por muy moral, muy bien educada y con mucha sapiencia, que no lo dudo, debería sentarse a reflexionar y dejar la Semana Santa como siempre fue, limpia, no contaminarla con sus criterios sobre la dichosa Ley. ( No soy creyente). La Ley para quién la necesite y quien no, que no se preocupe que nadie le va a obligar a cumplirla y cada cual con su conciencia. En casos extremos yo estoy de acuerdo.


Santísimo Padre en Camerún y sus preservativos (creo que es el primer Papa que pronuncia esta palabra, por lo menos en público). Benditos preservativos, de cuantas enfermedades venéreas protegen al animal hombre, mujer, en el mundo y sobretodo de la peor, el sida. También nos protegen para no llenarnos de pequeños que no podemos mantener. Por mucho que recemos a Dios el maná no nos cae del cielo, nos lo tenemos que trabajar y así y todo


¿cuantos millones de niños se nos mueren de hambre en el mundo diariamente? vergonzoso, doloroso y que con los preservativos podíamos evitar el no ser tantos en la tierra y que todo estuviera mejor repartido y no tanto para unos y tampoco para otros. Estos problemas la Iglesia Católica, que dice ser la representante de Dios en la Tierra, bueno el Papa, tendría que hacer lo posible para resolverlos y si lo intentara por lo menos, todos creeríamos más en Dios.


Gracias al preservativo yo no me llené de niños, que no podía mantener, y como yo muchísimas más personas en España, católicas y no católicas. De mi edad ya se veía a la mayor parte de los matrimonios con 2 ó 3 hijos. Dejémosnos de monsergas que estamos en la tierra y muy dura por cierto.