viernes, 19 de diciembre de 2008

Vivencias



Después de unos cuantos días de no poder salir de casa debido a las inclemencias del tiempo, hoy he ido a Salinas, que queda a unos 4 km. de mi casa, he ido en autobús. Salinas es un pueblo que pertenece a Gozón, Asturias, y yo vivo en Avilés. Voy muy a menudo, sobre todo en Verano a su playa.


Estaba precioso, me refiero al mar. Ya sabéis que el mar Cantábrico es muy fuerte, muy movido y muy rugiente, a veces da miedo bañarse en este mar de Salinas (tan bravo) de hecho no en toda la playa es zona de baño, por su peligrosidad; pues como iba diciendo estaba precioso el mar y la playa. Estaba en bajamar y a lo lejos se veían las holas muy altas pero al llegar a la arena (que estaba muy mojada) se desplazaban con mucha suavidad dejando grandes superficies, al retirarse, de arena muy mojada que brillaba cual espejo.Las olas de este mar vienen de frente y de los lados, entrecruzándose cual si estuvieran bailando. Había zonas de arena encharcada donde les daba el sol y su color era de un verde claro juntándose con otras de color gris brillante y azul claro, una hermosura. A lo lejos en el horizonte y entre niebla se divisaba un gran barco carguero que, más bien parecía un barco fantasma, se veía como una sombra.