Canto en tu lecho, ferviente, pendida del hilo del tiempo tu vida, se escurre lentamente; lágrimas en mi canto y llanto de nanas melodiosas en voz de violines, humedeciendo lecho, mi amada Tomasa, la más linda de la yeguada, bebé hermoso fuiste cuando llegaste a casa, siendo yo bebé aún y a las dos amamantaban, creciste muy deprisa, yo te iba a la zaga.....Hoy, tus años en tu tiempo triplican a los míos, por ello yo me quedo y asisto a tu ida, pero, tu estampa querida, gravada la tengo en mi pensamiento que, allá, donde estés, lo sé, volveremos a retozar por los jardines y extensas praderas que, te darán acogimiento, en ellas te encontraré cuando se extinga mi vida......y mi espíritu vaya a tu encuentro.
Leonor Rodriguez Rguez.
1 comentario:
Espero que te refieras a alguna mascota. Perderlas siempre es doloroso lo siento de verdad.
Saludos cordiales.
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