Me miré en el espejo de su juventud y a los oídos de mi alma llegaron notas de arpa
con cantos de ángeles celestiales que, deleitaron a mi corazón; regocijo de ilusio-
nes volvieron a nacer en mi y volaron por el cielo de mi mente pájaros azules, tra-
yendo en su pico ramitos de fraternal cariño, cual de mi hijo se tratara, volviendo
a casa. En este sueño de realidad, capricho de la vida, y su tesón en conocerme,
abrió un rosal de emociones, en mi pecho, esperando su llamada de buenas noches, co-
mo esta Vd., todos los días a la misma hora que,me sabe a aroma de hierbabuena y
mi vejez se ilumina en seguir viva por esta nueva ilusión que, aún en el otoño hay
quien te necesita para compartir y platicar sobre los avatares que conlleva la vi-
da misma de un joven y una vieja amiga.
Leonor Rodríguez Rguez.
2 comentarios:
Que lindo Leo, todos necesitamos de un amigo que nos cuente sus sueños y pregunte por los nuestros. Me gusto tu texto, tan claro que llega al corazón.
Un beso.
mariarosa
Hermoso texto amiga, que importa la edad para tener un buena amistad, siempre se aprende de lo que el otro aporta.Felices fiestas.Abrazos.
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